La displasia del desarrollo de cadera (DDC) es una afección ortopédica en la que la articulación de la cadera de un niño no se forma adecuadamente. Es más común en bebés y, si no se trata a tiempo, puede afectar gravemente la movilidad a medida que el niño crece.
¿Cómo detectar la displasia de cadera?
En muchos casos, la displasia de cadera se detecta durante los primeros meses de vida mediante exámenes físicos y estudios de imagen. Los signos pueden incluir una asimetría en la longitud de las piernas, limitación del movimiento en la cadera, o sonidos como «chasquidos» al mover las piernas del bebé.
Tratamiento de la displasia de cadera
El tratamiento varía según la edad y la gravedad de la condición. En bebés menores de seis meses, el uso de un arnés de Pavlik puede ayudar a mantener la cabeza del fémur en su lugar mientras la cadera se desarrolla correctamente. En casos más severos o en niños mayores, puede ser necesaria una cirugía para corregir la articulación.
Importancia de la detección temprana
La detección y tratamiento tempranos son clave para evitar complicaciones como la cojera o el desarrollo de osteoartrosis en la vida adulta. Padres y cuidadores deben estar atentos a cualquier signo de anomalía en la movilidad del bebé y acudir a un especialista en ortopedia infantil para una evaluación completa.